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El cachondo de Russ Meyer tras el bombazo de Supervixens, referente de cine de serie B de los 70 con su dosis de sexo ligerito, mujeres pechugonas y humor alemano-nazi, volvió a la carga al año siguiente con Megavixens Up. Muy en la línea de su antecesora, pero ya sin la frescura de esta, pierde mucho del encanto y no sorprende tanto a pesar de que Meyer eleva la apuesta: hay más sexo,( si es que eso era posible) más humor nazi ( en Supervixens el nazi era Martin Bormann, el secretario de Hitler. Aquí es el propio Hitler ¨ Adolf Scwatz¨y más misterio en plan parodia de las películas de Agatha Christie tan en boga en la época con un crimen y muchos sospechosos, pero falla. La historia se hace repetitiva, lo de ventilarse a un tío cada diez minutos como hace la protagonista, por mucho que luego cite a Nietszche, agota y a pesar de todo...

 

El cine de Russ Meyer es especial, para bien, o para mal, o para las dos cosas. Según se mire. Sus películas más afamadas son comedias erótico-festivas pasadas de rosca donde mujeres macizas de grandes tetas se las tienen tiesas con tíos garrulos en pueblos perdidos en el quinto coño, básicamente. También solían tener sus películas chistes sobre nazis, música hortera y estallidos de violencia gratuita. Bien, pues de todas sus películas esta es la más excesiva y disparatada, lo que traducido vendría a significar que hay más tías macizas, más sexo, más violencia, más chistes chorras, más rollo "nazi" (o antinazi, o lo que sea), más momentos surrealistas, más de todo. Y hay una especie de intriga criminal (tomada a cachondeo, por supuesto). Y un "coro griego" compuesto por una sola mujer de voluptuoso cuerpo que nos va contando los detalles de la trama mientras pone posturas raras contra un árbol. Y una orgía masoquista donde a Hitler le dan por el culo. Y una versión ninfómana de Pocahontas. Y una pelea ultraviolenta que no le envidia nada en cuanto a sangre y barrabasadas a cualquier película gore que se precie. Y música hortera a todo volumen, claro. Y grandes tetas rebotando por doquier. Y grandes pichas de mentirijillas. Y chuminos gloriosamente peludos por todas partes. Y un desenlace que...bueno, que hay que verlo.
El apartado técnico es chapucero a más no poder, naturalmente, pero con eso cuenta uno de antemano.


Si te gustó "Supervixens" pero te pareció que podría haber sido más cañera, esta te va a encantar. Si "Supervixens" te pareció zafia, vulgar, excesiva y disparatada, ni lo intentes con esta, porque es más zafia, más vulgar, más excesiva y más disparatada. Y por eso me gusta tanto.

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