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Objetivo: la Luna (Objectif Lune) es el decimosexto álbum de Las aventuras de Tintin, la serie de cómics del dibujante belga Hergé. La historia fue inicialmente serializada semanalmente en la revista belga Tintin, de marzo a septiembre de 1950 y de abril a octubre de 1952, antes de ser publicada en un volumen recopilado por Casterman en 1953. Desarrollado a través de sugerencias de los amigos de Hergé, Bernard Heuvelmans y Jacques Van Melkebeke, Objetivo: la Luna fue producido siguiendo una extensa investigación de Hergé sobre la posibilidad de viajes espaciales humanos —una hazaña que aún no se había logrado— en la que el dibujante buscaba un trabajo tan realista como fuera posible. Durante la serialización de la historia, Hergé creó los Studios Hergé, un equipo de dibujantes con sede en Bruselas para ayudarlo en el proyecto.
Tintin, Milú y el capitán Haddock llegan de viaje al castillo de Moulinsart, donde reciben de Néstor un telegrama del profesor Silvestre Tornasol, en el que les pide que se reúnan con él en Syldavia. Allí llegan para unirse al profesor, que ha recibido el trabajo del gobierno syldavo para construir secretamente una nave espacial que volará a la Luna.
Hergé ideó por primera vez la idea de enviar a Tintin en una misión a la Luna mientras trabajaba en El templo del Sol (1949). Su decisión de entrar en el campo de la ciencia ficción podría haber sido influenciada por su rivalidad amistosa con su colega Edgar P. Jacobs, que recientemente había tenido éxito con su propio cómic de ciencia ficción, El secreto del pez espada (1950-53). Decidió que sería un arco de dos volúmenes, como lo había demostrado con éxito sus arcos anteriores, El secreto del unicornio (1943) y El tesoro de Rackham el Rojo (1944), y Las siete bolas de cristal (1948) y El templo del Sol. Su intención inicial era comenzar esta historia después de la culminación de El templo del Sol, pero tanto su esposa Germaine Remi como su amigo Marcel Dehaye lo convencieron de que siguiera con la En el país del oro negro (1950), una historia que había dejado sin terminar, en su lugar.
Hergé esperaba que la historia fuera lo más realista posible y trató de evitar elementos fantásticos. En sus propias palabras, «no hay hombres de la Luna, ni monstruos, ni sorpresas increíbles».12 Para asegurar este realismo, recopiló una amplia gama de documentos sobre cohetes y viajes espaciales con los que realizar investigaciones. En esto él fue ayudado por Heuvelmans, que recogió cuadros de los cohetes y de las instalaciones atómicas de la investigación para él. El archivo de investigación de Hergé incluía un artículo de la revista estadounidense Collier’s, que hablaba sobre cómo la humanidad podía llegar a la luna, así como libros de Pierre Rousseau y Auguste Piccard. Otro trabajo que utilizó fue L’Astronautique (1950), un libro sobre el viaje espacial putativo por el físico Alexander Ananoff, con quien Hergé comenzó una correspondencia en abril de 1950. También visitó el Centro de Investigación Atómica de Ateliers de Constructions Electriques de Charleroi, poniendo en marcha una correspondencia posterior con su director, Max Hoyaux. Hergé incorporó gran parte de esta información técnica a la historia, pero la yuxtapuso con momentos de humor para hacerla más accesible a sus jóvenes lectores.
Según los críticos literarios Jean-Marc Lofficier y Randy Lofficier, las posibles influencias ficticias sobre la historia de Hergé incluyen la novela de 1870 de Julio Verne Alrededor de la Luna y la película estadounidense de 1950 Destination Moon. Hergé se inspiró ciertamente en una serie de imágenes fotográficas de la película Destination Moon que había sido publicada. El sistema informático del centro espacial Sprodj se basó visualmente en el UNIVAC I, el primer ordenador que se creó con fines no militares, mientras que el Centro de Investigación Atómica Sprodj se basaba en el Oak Ridge Centre de Tennessee. Hergé basó su cohete espacial en los diseños del cohete V-2 que había sido desarrollado por los científicos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. El patrón de color rojo y blanco del cohete de Hergé se basó en una ilustración de un V-2 que Hergé había descubierto en el libro de 1947 de Leslie Simon German Research in World War II. Comisionó la construcción de un cohete modelo con partes desmontables de su ayudante Arthur Van Noeyen. Llevó el modelo a París donde lo mostró a Ananoff, preguntándole si era una representación realista de lo que podría ser un cohete lunar. Entonces utilizaron el modelo el cual dibujó con exactitud al producir el cómic
Hergé anunció la próxima historia con dos portadas consecutivas de la revista Tintin cada una representando la Luna. La historia comenzó la serialización en la revista belga Tintin del 30 de marzo de 1950, en lengua francesa. Comenzó entonces la serialización sobre la frontera con Francia, en la edición de la revista de ese país, a partir del 11 de mayo de 1950. Durante este tiempo, hubo cambios en la forma en que Hergé condujo su trabajo; el 6 de abril de 1950, creó los estudios Hergé como compañía pública. Los estudios se basaron en su casa de la avenida Delleur en Bruselas, ya que Hergé había adquirido una casa de campo en Céroux-Mousty, que se convirtió en el domicilio principal de él y su esposa Germaine. Los estudios prestarían tanto apoyo personal a Hergé como apoyo técnico para su trabajo en curso. Contrató a Bob de Moor como su aprendiz primario en los estudios en marzo de 1951.
La historia fue reunida y publicada por ediciones Casterman como Objectif Lune en 1953. El título había sido la elección de Hergé, habiendo rechazado la sugerencia de Casterman de Tintin y el cohete nuclear. Para la publicación en forma de libro, la historia fue recoloreada, con varios cambios hechos; por ejemplo, en la versión serializada, los uniformes usados por el personal eran verdes, y se cambiaron a azul en el volumen del libro. También se eliminaron varias escenas.

