Madreselva

La espectacularidad del melodrama clásico argentino. Luego de 3 muy exitosas películas junto a Ferreyra, Libertad Lamarque filma contrato con Argentina Sono Film, quien le asigna a sus películas el mayor presupuesto posible, y la consolida al nivel de estrella rutilante de los estudios, quizás la primera actriz argentina en lograr esa categoría, sus trabajos se centran en heroínas sacrificadas, veta que ya Ferreyra había aprovechado en La ley que olvidaron, para su debut en la empresa esta le asigna nada menos que a Amdori, uno de los directores argentinos con más oficio para la espectacularidad, yo diría que el más hollywodense de todos los cineastas nacionales.

Aquí no es tanto lo que cuenta, que se parece bastante a los melodramas que realizaba Ferreyra, sino la forma en como se cuenta, mientras en Ferreyra primaba la sencillez, en Amadori lo hacia la grandilocuencia, también destacar el gran sentido del ritmo y la narrativa, además algo a destacar en el director es que le quita esa estupidez de que la cantante se pusiera a interpretar un tema en medio de un escena como si nada, aquí las canciones no entran a la fuerza, tienen su momento y lo hacen con mayor naturalidad.

De la historia se puede destacar ver a un joven Hugo del Carril, interpretando a un mujeriego, mentiroso, la verdad que su personaje a mí me resultó detestable, pero él realiza un muy buen trabajo, sería uno de sus primeros personajes centrales, luego se consolidaría como una estrella en los años 40.