Para dispositivos móviles solo está disponible
la descarga del documento en formato PDF
Edición original: Baron Rouge. Le bal des mitralleuses (Zephyr Editions). | Edición España: Mayo 2016 (Norma Editorial). | Guión: Pierre Vey. | Dibujo: Carlos Puerta. | Formato: Cartoné. 48 págs.
Europa. Primera Guerra Mundial. Manfred von Richthofen, más conocido como «El Barón Rojo», es un asesino al que la aviación de la Primera Guerra Mundial da alas para alcanzar su sueño: causar el mayor número de bajas posible entre las tropas aliadas. El joven inicia la que será una carrera legendaria con las primeras batallas aéreas, donde no había táctica que seguir ni reglas que respetar; cruentas afrentas que recuerdan más los antiguos combates cuerpo a cuerpo que las guerras modernas. Fuera del avión, Manfred también es implacable y dejará un reguero de sangre allá por donde pase, como parte de su entrenamiento militar.
A Norma Editorial parece irle bien con las obras de temática bélica ambientadas en el mundo de la aviación y apuesta por estrenar Barón Rojo, esta propuesta del ilustrador español Carlos Puerta, acompañado por los guiones de Pierre Veys, centrada en la figura de Manfred von Richthofen el as del aviación germana durante la Primera Guerra Mundial.
La figura de von Richthofen, apodado el Barón Rojo por su condición de noble y por su costumbre de pintar su avión de este color, es una de las más emblemáticas del mundo de la aviación de combate. Aunque no sea el piloto que más derribos ha conseguido en la historia de la aviación, consiguió un gran número de victorias, 80 certificadas, que lo convirtieron en el gran as de ases de la Primera Guerra Mundial y le granjeó una considerable fama tanto entre los alemanes como entre sus enemigos. Su brillantez táctica y su capacidad de liderazgo le convirtieron en el referente de la aviación alemana durante los años de la guerra consiguiendo mantener la superioridad aérea sobre los campos de batalla a pesar de contar con menos efectivos y peores aviones que sus enemigos. Parte de su fama también viene de la notoriedad de su escuadrón, apodado el «Circo Volante» (Flying Circus) por su gran movilidad sobre el terreno y por su costumbre de pintar sus aviones de forma vistosa en señal de desafío hacía sus rivales.
La propuesta de Puerta y Veys no pretende ser una biografía al uso del personaje sino que más bien se centra en algunos aspectos muy concretos de su personalidad y cómo se reflejan estos en el campo de batalla. A través de las reflexiones del protagonista tras derribar a un piloto enemigo seremos testigos del momento en el que un joven Manfred descubre su capacidad para ejercer la violencia y la sensación de poder y superioridad que ésta le proporciona. Una violencia que no dudará en poner en práctica de forma fría y calculadora y que le ayudará a prosperar en su carrera militar, primero en la caballería y luego en la aviación donde empezará de observador de uno de los mejores pilotos alemanes de quien aprenderá el arte de la guerra en el aire.
Este álbum se divide en dos partes perfectamente diferenciadas: por un lado tenemos los episodios de juventud del protagonista donde descubre su habilidad para el combate y para ejercer la violencia sin ningún tipo de remordimiento y por otro tenemos la primera experiencia en combate aéreo de quien se convertirá en el as de la aviación germana. La primera parte, donde se desgrana la personalidad del protagonista, nos presenta a un personaje soberbio, prepotente y despiadado que hace difícil empatizar con él. Esta presentación nos ayuda a entender de donde viene, en parte, la habilidad que después demostrará como piloto de combate aunque ese un tema que apenas se trata en este álbum y puede que quede como parte del desarrollo del personaje que veremos en las siguientes entregas de la serie.
La segunda parte del álbum es la que está dedicada a narrar la primera experiencia en combate de Manfred, aun sin el rango de piloto sino cómo ametrallador del que será su mentor. Esta segunda parte es la que hará las delicias de los aficionados al género bélico y a los aviones de combate gracias a una cuidada planificación y una narrativa detallada y precisa que permite a Carlos Puerta desatar su arte en todo su esplendor y espectacularidad. Con un estilo más realista de lo habitual en él, casi fotográfico en algunas viñetas y en algunos fondos, Puerta narra el enfrentamiento entre los dos aviones de forma brillante, clara y dinámica. Un espectáculo visual donde destaca tanto el acabado de los aviones, el detallismo de los fondos y la utilización de planos muy cinematográficos que aumentan aún más la sensación de espectacularidad de la secuencia.

