La cuarta parte de la saga Divinity busca llevarnos a una ópera espacial en todas sus dimensiones. Ya conocimos lo poderosos que se volvieron los cosmonautas rusos que tuvieron contacto con el espacio, es hora de descubrir a los seres que los transformaron en entes divinos en primer lugar. ¿Qué es Eternity? En resumidas cuentas, es el intento ambicioso de Valiant por definir su cosmología, y posiblemente, el inicio de todo su universo y lo que esté por venir.

Matt Kindt continúa su trabajo en esta macro-serie, desarrollando uno de los mejores trabajos de sci-fi de los últimos tiempos. Con este nuevo número descubrimos una capa diferente de la historia que nos ha estado contando Kindt, develando cada vez más preguntas que esperamos, como siempre, sean contestadas por el autor. Estamos viendo los primeros indicios de quién le dio sus poderes a los cosmonautas, y tal parece que la diferencia de potencial entre estos hará que los dioses rusos sientan la impotencia que en mucho tiempo no han sentido.

Por su parte, Trevor Hairsine entrega como siempre una propuesta sólida en el arte de este número. Me engancha a la historia toda la energía que puede poner en cada panel, asimismo con la acción que se toma al menos unas pocas viñetas de este número. Lo más destacable, sin duda, son los diseños de las criaturas que vemos en la historia, y es que la inspiración de Jack Kirby se nota en muchos momentos, algo que se agradece tanto por la belleza visual que evoca el capítulo, como por perpetuar ese mágico creacionismo que sólo los cómics nos pueden dar con facilidad.