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Spirou y Fantasio es una serie europea de historietas de aventuras, creada por Rob-Vel y publicada desde 1938 en la revista belga Spirou. La colección principal está formada por 55 álbumes, el primero de los cuales se publicó en 1951, y continúa editándose bajo distintos autores que han ampliado el universo de la obra con sus aportaciones. Los protagonistas de la serie son Spirou y Fantasio, dos jóvenes reporteros que viajan por el mundo en busca de aventuras y son acompañados por la ardilla Spip. Mientras Spirou es un joven pelirrojo de firmes convicciones que al principio era botones de hotel y suele vestir un distintivo traje rojo con gorra, Fantasio es un periodista de carácter impulsivo que funciona como contrapunto. En torno a ellos han surgido numerosos personajes secundarios que han inspirado secuelas y obras independientes, entre los que cabe destacar a Marsupilami, El pequeño Spirou, Zorglub y el conde de Champignac. Considerada una de las series más influyentes de la historieta franco-belga, se diferencia de otras obras en que los derechos no pertenecen a un autor en concreto sino a la editorial Dupuis, por lo que ha continuado con otros autores que trabajan bajo sus directrices.​ El dibujante belga André Franquin, responsable desde 1946 hasta 1969, fue quien asentó el formato de historias serializadas y un estilo gráfico y narrativo, conocido como «escuela de Marcinelle», que se diferenciaba de la línea clara por un dibujo más humorístico, dinámico y con claroscuros. El universo ha sido ampliado por otros creadores como Jean-Claude Fournier y la pareja formada por Tome y Janry, quienes apostaron por historias basadas en escenarios reales y problemáticas sociales.

Orígenes de Spirou (1938-1946) El personaje de Spirou fue creado por Robert Velter —alias Rob-Vel— con motivo del lanzamiento de la revista de historietas Le Journal de Spirou, cuyo primer número salió a la venta el 21 de abril de 1938. El editor belga Jean Dupuis quería crear una revista infantil francófona que compitiese con la historieta estadounidense, en particular con Le Journal de Mickey.8​9​ Los dos hijos del editor, Charles y Paul Dupuis, sugirieron contratar al francés Rob-Vel para que diseñase un nuevo personaje como símbolo de la revista, que tuviese la misma edad que los lectores a los que iba dirigida. En el proceso contó con la ayuda de su esposa Blanche Dumoulin —Davine— y del artista Luc Lafnet.

En sus orígenes, Spirou era un botones pelirrojo que trabajaba en el hotel Moustic e iba ataviado con un característico uniforme rojo. El nombre elegido significa «ardilla» en valón y también se utilizaba como frase hecha para referirse a un muchacho espabilado o travieso. En junio de 1939 el autor introdujo a su fiel mascota Spip, una ardilla muda pero cuyos pensamientos mordaces aparecen verbalizados en los globos de diálogo. Aunque las primeras peripecias de Spirou eran obras autoconclusivas relacionadas con su trabajo en el hotel, con el paso del tiempo se desarrollaron historias más complejas en otros escenarios.

El Spirou de Franquin (1946-1969): André Franquin está considerado el autor que sentó las bases de Spirou y Fantasio, tanto en el formato de aventuras largas con gags como en un dibujo más humorístico y dinámico. Este estilo ha sido calificado como «escuela de Marcinelle» en contraposición a la línea clara.​ A finales de los años 1940 Franquin ya había sacado varias piezas cortas, recopiladas en Cuatro aventuras de Spirou y Fantasio, pero ese mismo año comenzó la primera historia serializada, Hay un brujo en Champiñac, que se publicó semanalmente en la revista Spirou de octubre de 1950 a mayo de 1951 y posteriormente fue recopilada en un álbum.​ Para dotar a la serie de continuidad, Franquin introdujo en obras posteriores un vasto universo de personajes secundarios como el inventor Conde de Champiñac, el malvado Zantafio —primo de Fantasio— y la periodista Seccotine, uno de los primeros personajes femeninos de la historieta franco-belga. La publicación de Spirou y los herederos en 1952 deparó el debut de Marsupilami y un final abierto que continuaría en la siguiente historia, Los ladrones del marsupilami.​​ El marsupilami es un animal ficticio, parecido a un mono marsupial amarillo y con una larga cola prensil, que se convertiría en personaje inseparable de Spirou y Fantasio durante toda la etapa del dibujante belga. Franquin llegó incluso a darle un rol protagonista en El nido de los marsupilamis (1957), que muestra al animal en su hábitat natural, la selva del ficticio país sudamericano de Palombia.

A finales de los años 1950, Franquin había comenzado a publicar su nueva serie Gastón el Gafe (Gaston Lagaffe), así que desde El pánico llegó por teléfono contó con la ayuda de Greg en el guion y Jidéhem en los fondos. Las obras de esa etapa mantuvieron el estilo humorístico de los inicios, pero estaban ambientadas en marcos geográficos más realistas. Fruto de la colaboración con Greg surgió el antagonista de Spirou, el científico loco Zorglub, que protagonizaría las obras Z como Zorglub y El retorno de Z en 1960.​ No obstante, el ritmo de Franquin se vio frenado a comienzos de los años 1960 por el exceso de trabajo y una depresión nerviosa. En 1961 inició una de las series más aclamadas por la crítica, QRN en Bretzelburg, con un argumento que satiriza la carrera armamentista y los regímenes totalitarios. La serialización se vio interrumpida durante quince meses por el agotamiento de Franquin, y no pudo concluirla hasta diciembre de 1963. Esa fue la última obra de Franquin con Greg porque su colega había sido nombrado redactor jefe de la revista Tintín.

Con el paso del tiempo, Franquin no quiso dibujar más Spirou y Fantasio porque no se sentía cómodo con una serie de la que no era el autor original, y centró todos sus esfuerzos en Gastón. Después de haber finalizado Un bebé en Champiñac y Bravo los Brothers en 1968, dos historias cortas con trasfondo paródico,​ el autor se desentendió de la obra y cedió su puesto a un joven dibujante francés al que él mismo había formado, Jean-Claude Fournier.​ La renuncia de Franquin, sumada al cese del editor jefe Yvan Delporte ese mismo año, marcaba el final de la «etapa dorada» de la revista Spirou. El dibujante legó a Dupuis todos los personajes secundarios pero mantuvo los derechos sobre Marsupilami, que convirtió en 1987 en una serie independiente que no quedó bajo el paraguas de Dupuis.​ La última historia en la que apareció este animal fue El fabricante de oro (1970), dibujada por Fournier pero con la colaboración de Franquin.

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