Los verdes paraísos

Desde el minuto 5 o por ahí hasta el 20, es espectacular, vanguardista, Christensen se adelanta a los thrillers psicológicos en por lo menos 20 años si no más. Ya después pierde fuerza y luego se vuelve un melodrama sobre la incomunicación en la pareja. La idea de que un hombre pasa 6 años fuera de sí y que en ese tiempo se trasforme en un autor reconocido, se comprometa y de repente vuelva a recuperar su personalidad, como premisa es muy interesante aunque como pasa muchas veces con ideas interesantes o llamativas después no se desarrollan bien.

Lo mejor: Guillermo Battagilia en uno de sus mejores personajes, Julio es un hombre con un severo desequilibrio mental (obvio el tema está tratado de forma inverosímil, no es que se hace un retrato realista sobre sus problemas psicológicos) a él los hombres atormentados siempre le salían bien, y acá en uno de sus pocos protagonicos, logra retratar todo el conflicto metal y moral de su personaje. Aída Luz como Nora, también hace un trabajo destacable. Christensen hace magia con la cámara, los planos, encuadres, la fotografía, sobre todo en el primer tramo, aunque luego también destaca y mejora la historia cuando pierde fuerza.

Lo peor: en el fondo la historia es irregular y fallida, no sabe muy bien qué quiere ser, si un trhiller psicológico, un melodrama sobre la incomunicación, un drama sobre las enfermedades mentales y los conflictos morales derivados de esta, y hace una mezcolanza que no logra funcionar del todo. Los diálogos son completamente irrealistas y acartonados, en muchas escenas los actores se ven declamatorios, hay una entre Aída Luz y Carlos Thompson que entre los pésimos parlamentos y el encuadre elegido hacen que parezca una parodia.

Entiendo que haya sido un fracaso en su momento, de hecho me sorprender que en Lumiton aceptarán financiar una historia tan atípica y despareja.