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Primera edición: 1967 | Editorial: Hachette Livre | 56 páginas | Guionista: René Goscinny | Dibujante: Albert Uderzo

Astérix y los normandos es el noveno tomo de la serie, en español, de historietas Astérix creadas por Albert Uderzo (dibujos) y René Goscinny (guión). Parte del argumento de este álbum fue utilizado en la película live-action Astérix y Obélix al servicio de su majestad.

Como de costumbre es un día apacible cuando llega a la aldea gala Filatelix, el cartero. Obélix le pregunta si se pueden enviar menhires por correo, a lo que este le responde que sí, siempre que sean certificados para que no se pierdan en el reparto. En la correspondencia trae una carta desde Lutecia (París) para el jefe Abraracurcix. La carta es de su hermano Oceanonix que le informa que su hijo Gudurix, un joven quinceañero, viaja de vacaciones a la aldea y le solicita que lo haga hombre, ya que la vida de ciudad lo tiene muy blando. El “colérico” muchacho llega a la aldea conduciendo un carro tirado por cuatro caballos, al tío lo trata de “viejo”. Astérix le alaba el carro y éste le contesta que es un sport fabricado en Mediolanum (Milán). El jefe le encarga a Astérix y a Obélix que se preocupen del joven. Astérix organiza un baile de recepción en su honor. El muchacho se aburre con la música y bailes provincianos, hasta que sube al proscenio, le quita la lira a Asurancetúrix, el bardo, y les dice que les tocará lo que se baila en las catacumbas de Lutecia, el Pata Pata y otros bailes modernos; pronto todos bailan entusiasmados, hasta Obélix. El baile termina cuando el bardo recupera su lira y comienza a cantar. Todos se van y el joven le dice que está perdiendo el tiempo, que debería ir a cantar al Olimpix de Lutecia (París). Mientras esto sucede en la aldea gala, en un país situado muy al norte de la Galia, donde las noches son larguísimas y el frío del invierno es insoportable para cualquier ser humano menos para los Normandos – fieros guerreros que desconocen el miedo – un grupo celebra una importante reunión. Están conversando de que necesitan saber lo que es el miedo, pues ellos quieren saberlo todo y lo único que les falta conocer es el miedo y eso que han escuchado de “salir volando de miedo” porque creen que les dará la habilidad de poder volar igual que los pájaros. El jefe pide que le traigan unos calvados, su bebida nacional, en unos cráneos de vencidos, pero bien llenos. El problema que tienen es que al no conocer lo que es el miedo, los niños no le temen al ogro, los mayores no le temen a la autoridad y el hipo es una enfermedad prácticamente incurable; como esto no puede continuar, el jefe Grosenbaf les propone partir hacia donde conozcan el miedo y descubrir el secreto de lo que eso se trata.

Antes de crear la serie de Astérix, Goscinny y Uderzo habían tenido éxito con su serie Oumpah-pah, publicada en la revista Tintín.3​ En 1959, el publicista François Clauteaux lanzó Pilote, una revista financiada por Radio Luxemburgo, y confió a Goscinny, Uderzo, Jean-Michel Charlier y Jean Hébrard la sección de historietas de la nueva revista.

Uderzo y Goscinny se ofrecieron primero a adaptar el Roman de Renart (una colección medieval francesa de historias de animales) y produjeron algunas tiras para la revista. Sin embargo, el dibujante Raymond Poïvet les informó que el dibujante Jean Trubert ya había realizado una tira cómica sobre el mismo tema para el periódico Vaillant. Decepcionados, buscaron una nueva idea. Dos meses antes de la publicación de la revista, se reunieron en el piso de Uderzo en Bobigny.​ A Goscinny se le ocurrió que hicieran una tira sobre el folclore francés y le pidió a Uderzo que le nombrara los principales períodos de la historia de Francia.

Uderzo comenzó con el Paleolítico y luego pasó a los galos, un período que era obvio porque nunca había sido representado en las historietas.6​ En pocas horas, los dos socios crearon el pueblo galo y sus habitantes. Los primeros bocetos de Uderzo presentaban a Astérix como un guerrero galo tradicional enorme y fuerte. Sin embargo, Goscinny tenía una idea diferente en su mente, visualizando a Astérix como un guerrero astuto y pequeño que poseería inteligencia e ingenio más que fuerza bruta. Con todo, Uderzo consideró que el reducido héroe necesitaba un compañero fuerte pero con pocas luces, a lo que Goscinny accedió. Así nació Obélix. Astérix se publicó originalmente por entregas en Pilote, en cuyo primer número apareció el 29 de octubre de 1959.​ En 1961 se editó el primer álbum, titulado Astérix el Galo. A partir de entonces, se publicaron álbumes generalmente con carácter anual.

Su éxito fue exponencial: el primer álbum vendió 6.000 ejemplares en su año de publicación; un año después, el segundo vendió 20.000. En 1963, el tercero vendió 40.000; el cuarto, publicado en 1964, vendió 150.000. Un año más tarde, el quinto vendió 300.000 ejemplares; en 1966, Astérix y el combate de los jefes vendió 400.000 ejemplares en su publicación inicial. El noveno volumen de Astérix, cuando salió a la venta en 1967, vendió 1.2 millones de ejemplares en dos días. A pesar de la creciente popularidad de Astérix entre los lectores, el apoyo financiero a la publicación de Pilote cesó. La revista pasó entonces a manos de Georges Dargaud. La última historia de Astérix en la revista Pilote fue Astérix en Córcega, publicada en 1973 entre los números 68 y 70. Goscinny dejó la revista en 1974.

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