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Primera edición: 1969 | Editorial: Hachette Livre | N.º de páginas: 56 | Guionista: René Goscinny | Dibujante: Albert Uderzo

Astérix en Hispania (en el francés original, Astérix en Hispanie) es la historieta número catorce de René Goscinny y Albert Uderzo perteneciente a su serie Astérix el Galo y publicada originalmente en 1969.

El libro es una completa radiografía caricaturesca de la España tardofranquista, donde se mezclan la gran afluencia de turistas (abundan en el libro los galos, godos y bretones, emulando a sus descendientes franceses, alemanes y británicos), las tradiciones más españolas y la constante lucha por modernizar el país (aunque ello conlleve una perenne remodelación de las vías públicas). Aunque en principio no parezca haber ninguna referencia a la dictadura franquista que gobernaba el país en 1969, lo cierto es que algunas cosas recuerdan sutilmente a ésta [cita requerida]. Así, los legionarios romanos en Hispania visten de forma diferente[1] a los de otros álbumes, con el uniforme azul y un pañuelo rojo que recuerda a la indumentaria de la Falange, e Hispania está gobernada por un anciano y despótico «general» (único romano que tiene ese título en cualquiera de las aventuras de Astérix) cuyo nombre no se llega a decir.

La historia comienza un 17 de marzo de 45 a. C., donde observamos una aldea gala en la que domina la calma, calma que va a ser perturbada por incidentes que están ocurriendo en la Hispania Ulterior (Andalucía). Julio César acaba de vencer a los últimos supervivientes de Munda (Montilla, Córdoba), sometiendo toda Hispania (España y Portugal) al Imperio Romano, excepto una pequeña aldea entre Munda e Hispalis (Sevilla) gobernada por Sopalajo de Arriérez y Torrezno. Los romanos secuestran a Pepe (en realidad se llama Pericles), el hijo del jefe, y sólo piensan devolverlo si la aldea se somete a César. Pepe es llevado a las Galias, al campamento de Pastelalrhum, pero son detenidos por Astérix y Obélix, llevándose a Pepe a la aldea. Los romanos deciden poner centinelas alrededor de la aldea para estar informados de la estancia de Pepe en la aldea. En efecto, los galos empiezan a pensar que Pepe ya ha dado muchos problemas y hay que devolverlo a Hispania.

Antes de crear la serie de Astérix, Goscinny y Uderzo habían tenido éxito con su serie Oumpah-pah, publicada en la revista Tintín.3​ En 1959, el publicista François Clauteaux lanzó Pilote, una revista financiada por Radio Luxemburgo, y confió a Goscinny, Uderzo, Jean-Michel Charlier y Jean Hébrard la sección de historietas de la nueva revista.

Uderzo y Goscinny se ofrecieron primero a adaptar el Roman de Renart (una colección medieval francesa de historias de animales) y produjeron algunas tiras para la revista. Sin embargo, el dibujante Raymond Poïvet les informó que el dibujante Jean Trubert ya había realizado una tira cómica sobre el mismo tema para el periódico Vaillant. Decepcionados, buscaron una nueva idea. Dos meses antes de la publicación de la revista, se reunieron en el piso de Uderzo en Bobigny.​ A Goscinny se le ocurrió que hicieran una tira sobre el folclore francés y le pidió a Uderzo que le nombrara los principales períodos de la historia de Francia.

Uderzo comenzó con el Paleolítico y luego pasó a los galos, un período que era obvio porque nunca había sido representado en las historietas.6​ En pocas horas, los dos socios crearon el pueblo galo y sus habitantes. Los primeros bocetos de Uderzo presentaban a Astérix como un guerrero galo tradicional enorme y fuerte. Sin embargo, Goscinny tenía una idea diferente en su mente, visualizando a Astérix como un guerrero astuto y pequeño que poseería inteligencia e ingenio más que fuerza bruta. Con todo, Uderzo consideró que el reducido héroe necesitaba un compañero fuerte pero con pocas luces, a lo que Goscinny accedió. Así nació Obélix. Astérix se publicó originalmente por entregas en Pilote, en cuyo primer número apareció el 29 de octubre de 1959.​ En 1961 se editó el primer álbum, titulado Astérix el Galo. A partir de entonces, se publicaron álbumes generalmente con carácter anual.

Su éxito fue exponencial: el primer álbum vendió 6.000 ejemplares en su año de publicación; un año después, el segundo vendió 20.000. En 1963, el tercero vendió 40.000; el cuarto, publicado en 1964, vendió 150.000. Un año más tarde, el quinto vendió 300.000 ejemplares; en 1966, Astérix y el combate de los jefes vendió 400.000 ejemplares en su publicación inicial. El noveno volumen de Astérix, cuando salió a la venta en 1967, vendió 1.2 millones de ejemplares en dos días. A pesar de la creciente popularidad de Astérix entre los lectores, el apoyo financiero a la publicación de Pilote cesó. La revista pasó entonces a manos de Georges Dargaud. La última historia de Astérix en la revista Pilote fue Astérix en Córcega, publicada en 1973 entre los números 68 y 70. Goscinny dejó la revista en 1974.

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