Autores: Franquin, Peyo & Gos| Título original: Panade à Champignac | Publicación 1968 | Edición 1985 | 45 pag. color

Una historieta curiosa, la última que dibujó Franquin, con la ayuda de otros dos autores, donde su dibujo ya comenzaba a ser más ágil y suelto, con más expresividad y dinamismo que nunca, en un relato que comienza en la editorial Dupuis, con un Fantasio estresado por un Gastón pesado, cuando Spirou decide llevarse a su amigo a Champignac, a ver al Conde, para desconectar.

Cuando Spirou y Fantasio llegan al pueblo, todo el mundo va diciendo lo loco que está el Conde, cosa casi habitual, pues en muchas historias se ha dudado de su cordura, hasta que entran en la casa y se topan con el viejo amigo desmejorado, cuidando de un Zorglub bebé, pero con su físico de adulto. El Conde les explica la situación, que intentó devolverle su consciencia, pero algo falló y ha comenzado a ser él mismo desde pequeño, muy pequeño. Pero la historia se complica más, porque un superviviente Zorglombre quiere remontar el imperio de Z y la Zorglonda vuelve a la carga…

Además, el álbum se complementa con Bravo los brothers, donde un circo cierra y vende sus animales, y Gastón adquiere tres hermanos monos para regalárserlos a Fantasio, haciendo que cunda el pánico en las oficinas de la editorial y apareciendo el personaje de Noé, adiestrador de animales, que más tarde será protagonista en las historias del Marsupilami. La historia del bebé en Champignac sigue teniendo curiosidades con respecto a la obra de Ibáñez, que como se ha dicho ya cientos de veces, el autor español copió muchos gags de Spirou y Gastón, incluso calcando fondos o personajes… pero en esta ocasión, fue el dibujante apócrifo Casanyes el que se basó en el relato para crear un símil con los personajes españoles.